Retratos abstractos Diego Diaz

Retratos

Carne significa, literalmente, músculos y piel: la parte blanda del cuerpo. Concebida como un autorretrato, esta instalación alude a un clásico de la pintura barroca: «El buey en el canal» (1665), de Rembrandt, obra de la que el maestro holandés realizó dos versiones. La figura y el concepto del buey desollado aparecerá después en soberbias reinterpretaciones de artistas como Delacroix, Honoré Daumi, Francis Bacon y Chaïm Soutine. Diego Díaz, con un lenguaje y una técnica contemporánea, inscribe su nombre en esta lista de honor y propone su buey desollado: un lienzo suspendido en el espacio, colgado del techo con tornillos, con un telón de fondo oscurecido por el grafito que magnifica su tridimensionalidad. Gracias al óleo la tela adquiere las tonalidades y la textura de la piel humana, lo cual le da sentido a la obra como autorretrato: «Carne», la parte blanda, la piel del artista entregada al vacío, ofertada al espectador como en una carnicería.

Natalia Castillo Verdugo.